El vino es uno de los productos estrella de nuestras cestas de navidad y uno de las bebidas más consumidas durante todas las fiestas navideñas. No obstante, disfrutar de una bebida como esta no es tan sencillo como parece. Existen una serie de liturgias y acciones con las que disfrutar del vino en toda su plenitud y sabiendo interpretar todos los matices de una bebida única. Por eso, desde Ansama te damos una serie de consejos para que, cuando recibas tu cesta de navidad, disfrute de tu vino con todos los lujos y presumas de experto.
- Antes de nada, aprende a identificar todos los tipos de vino que existen. Aunque parezca algo muy simple, se trata de un paso muy importante a la hora de saber cómo tomarlos y con qué acompañarlos. Van desde los jóvenes (del mismo año que se etiquetó la botella), semicrianza (con un breve período en recipientes de madera), crianza (2 años, 6 meses en barrica), reserva (2-3 años, 6-12 meses en barrica) y Gran Reserva (4-5 años, 6-18 meses en barrica).
- Cómo coges la copa también es un gesto muy importante. Es la primera apariencia que damos al consumir esta bebida. No sólo nos afecta de cara al público, sino que trasciende al sabor. Si lo cogemos por la parte superior, variamos la temperatura del zumo, mientras que por la base corremos el riesgo de que se nos caiga. Lo ideal es cogerlo por el mástil.
- La cata de vino se puede dividir en cuatro sencillos pasos:
- Color: Observa el tono que tiene la bebida y los rastros del borde para saber de qué tipo se trata.
- Agitar: Agítala suavemente en círculos para que consiga sacar todo su aroma. Advertencia: la copa no es una maraca.
- Olor: Detecta el aroma que desprende para encontrar olores como la madera, la fruta o más cítrico.
- Sabor: Con sólo un sorbo, ya podemos detectar el cuerpo del vino y si nos gusta, completando todos sus matices.