El jamón se ha convertido en uno de los más claros representantes de la Marca España, ya que es el producto gourmet más consumido en el país desde hace décadas. Por eso, ahora que se ha asentado en nuestro país, está preparado para dar el salto definitivo al extranjero.
Y parece que ahora lo está haciendo mejor que nunca, ya que en el Reino Unido han vivido estas navidades una especie de fiebre del jamón, ya que, según se contabilizaba a finales de diciembre, habían aumentado sus ventas hasta un 300%. La razón es sencilla, la brutal bajada de precios. Anteriormente, solo había dos opciones a la hora de comprar jamón en el país británico: comprarlo en establecimientos de lujo, donde le podía salir a casi 2.500€ la pieza de pata negra de jamón, u optar por el envasado, de muy mala calidad, el cual rondaba los 57€ el kilo. Sin embargo, las marcas alemanas Lidl y Aldi han entrado en esta campaña navideña en una especie de guerra fría por la cual han popularizado el jamón en el Reino Unido. Primero fue Lidl, que vendía la pieza completa de jamón a 50,85€, a la cual contestó Aldi, que la comenzó a comercializar a 44,5€, lo que ha provocado este boom.
Y esta no es la última barrera que se ha roto. Según apuntan diplomáticos como el embajador británico en España, Simon Manley, se está trabajando por sacar adelante el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y EEUU en cuestión de alimentación, el cual permitiría “poner más jerez y jamón en los supermercados americanos”. Actualmente, el jamón se comercializa a países como Alemania, Holanda y Bélgica en Europa, aunque también llega a puntos tan lejanos como Japón, Australia o Canadá. Sin embargo, los expertos afirman que la clave para la expansión definitiva de este preciado bien es la eliminación del veto ruso.