Cuando hablamos de productos gourmet, solemos pensar en pescado o carnes en conserva o salazones, y también en bebidas alcohólicas como el vino o el champán. Sin embargo, la fruta puede ser, al igual que otro alimento, un producto gourmet. Pero tan selecto será algo hecho con fruta, como por ejemplo la mermelada, o el fruto en sí.
La fruta, si es exótica, puede ser más glamurosa que si es un producto nacional. Sin embargo, muchas veces los productos españoles pueden llegar a ser selectos. Sobre todo, si se trata de frutas como la fresa. Esta fruta es una de las más queridas en la cocina gourmet, ya que se usa como ingrediente principal, o como acompañante en forma de salsa, zumo, o granizado.
Pero la gran variedad de frutas exóticas que existe en el mundo, ha hecho posible que sean un producto para los más sibaritas. Un ejemplo de ello lo encontramos en la fruta del dragón, muy parecida en sabor al kiwi, pero más llamativa en cuanto a su color exterior e interior. Otro ejemplo lo constituye la mano de buda, que aunque no sea muy especial su sabor, ya que es prácticamente inexistente, llama la atención de los más curiosos por su forma. Sin embargo, encontramos algunas, que como el queso, su olor es desagradable, pero su sabor exquisito. Se trata del durian, una fruta procedente de Malasia e Indonesia. Precisamente, comer esta fruta está prohibido en algunos lugares públicos por el fuerte olor que desprende.
El problema es la venta de estos productos, ya que tienen una caducidad reducida en el tiempo. Es por ello, que en muchas ocasiones, es imposible consumir este tipo de productos “en crudo”, y nos lo podemos encontrar en mermeladas, zumos o deshidratados. Sin embargo, su sabor puede cambiar según la forma de consumirlas.
Gourmet o no, exótica o nacional, en zumos o mermeladas, a bocados o con tenedor, con piel o sin ella, la fruta constituye uno de los alimentos más sanos, ricos y refrescantes del mundo.