Se acerca la Navidad, una de las fechas más esperadas del año y en la que algunas empresas fomentan un mejor ambiente de trabajo con cenas de compañeros y regalos a los empleados. Son las llamadas cestas de Navidad, una tradición muy arraigada y con gran aceptación, pero ¿sabes cuál es su origen?
En la Antigua Roma, se regalaban cestas llenas de alimentos llamadas Sportula, una cesta que el patrón daba con comida a sus subordinados, los “clientes”. En un principio esta cesta era de mimbre y además de transportar en ella los alimentos servía para llevarlos a la mesa directamente. Con el tiempo se acabó regalando durante la Saturnalia, fiesta romana que se celebraba en Diciembre y tenía cosas en común con nuestra navidad: se iluminaba todo con antorchas, se celebraban banquetes y se intercambiaba la sportula llena de higos secos, laurel y diversos alimentos.
Como con muchas otras tradiciones paganas, el cristianismo la adoptó y le dio un nuevo significado que ha perdurado hasta nuestros días y que han disfrutado en las empresas estatales desde finales del siglo XIX, pero que llego al sector privado 50 años después.
Para quienes aún hoy disfrutan de esta tradición, la cesta de Navidad sigue siendo motivo de regocijo, pues en ella pueden disfrutar de turrones, mazapanes, polvorones y otros dulces, cava, vino, bombones, queso y embutidos. Para aquellas empresas que aún no se hayan decidido a encargar las suyas, la cuenta atrás ha empezado si quieren que estas Navidades los empleados puedan celebrarlas sin que falte en sus mesas ninguno de los productos más típicos. A ellos les invitamos a contactar con nuestro departamento para descubrir las diferentes cestas que Ansama tiene a su disposición.