El gin tonic ha sido uno de los últimos productos en incorporarse al mercado de los productos gourmet. De origen inglés, su preparación ha suscitado numerosos cambios en los últimos años, añadiéndole aromas y aderezos para conseguir potenciar el sabor y darle diferentes matices. Sin embargo, esta preparación no es tan sencilla como aparenta en un principio. Por eso, os damos algunos consejos para preparar un buen gin tonic y ser uno de los protagonistas de la fiesta.
- Nunca servir en vaso de tubo: Es, probablemente, la primera regla a seguir para preparar un cóctel. En vasos estrechos, los aromas no se pueden expandir para concentrar los matices aromáticos. Por eso, siempre es recomendable servir en copa de balón o, en su defecto, en vaso ancho.
- Servir en frío: Es preferible que, aunque el vaso no esté caliente, sea el hielo el que enfríe poco a poco el recipiente unos minutos antes de servir. La ginebra también es recomendable que se mantenga fría. Recuerda escurrir el vaso antes de servir la ginebra en el vaso.
- Acertar con las proporciones: Otra de las claves es servir en su justa medida tanto la ginebra como la tónica. Se recomienda que se sirva una parte de ginebra por dos de tónica. Después, remueve la mezcla y añádele otros complementos al gusto del consumidor: fresas, frambuesa, caña de canela…
- No le añadas el zumo: Durante mucho tiempo, se hizo popular exprimir algo de zumo del limón o la naranja al combinado, pero este recurso se ha terminado desmontando, ya que elimina el carbónico a la tónica y le quita fuerza al gin tonic.
- ¡No le quites las burbujas!: A la hora de añadir la tónica, intenta hacerlo de la forma más pausada posible, incluso puedes probar a agitar una cucharilla, para lograr ese efecto de destilado y no restarle potencia a nuestro combinado.