Si estás pensando en organizar un evento social, como por ejemplo una boda, una de las preguntas que estará rondando tu cabeza es ¿qué puedo servir a mis invitados para comer? Si quieres salir de lo habitual y buscas una alternativa a típico catering o los banquetes, es hora de que empieces a contemplar nuevas opciones culinarias.
Una buena opción es buscar opciones más divertidas y novedosas para alimentar a los invitados, como por ejemplo las degustaciones gourmet. Pero ¿en qué consisten exactamente? La idea clave es reemplazar una clásica comida a tres tiempos por un desfile de deliciosos canapés, compuesto por postres minis y bocadillos gourmet, entre otros. Así, se asegura ofrecer a los invitados una experiencia culinaria completamente distinta y dejarlos con un buen sabor de boca.
Este tipo de degustaciones es ideal para eventos relajados, y está especialmente pensada para que todos los invitados interactúen en vez de estar sentados en sus mesas. Además, da la opción a los invitados de deleitarse con una enorme variedad de sabores y texturas, y que puedan repetir las veces que quieran.
Normalmente estas experiencias gourmet suelen dividirse en varios tiempos. Durante la recepción de invitados se sirven canapés de bienvenida acompañados de cócteles y aguas frescas. Más tarde, se sirven los entremeses en el centro de cada mesa para así “entretener al paladar”.
El recorrido suele continuar con una mesa de panes, quesos artesanales, frutas y otros platos que sirven para abrir el apetito. Tras ello, llegan los platos fuertes, como por ejemplo: bocadillos salados, canapés con carne o brochetas.
Para terminar, se exponen una gran variedad de postres de pequeño tamaño en los que el chocolate suele ser el protagonista. Además, es cada vez más habitual servir clásicos reinterpretados, como los cupcakes.
Por supuesto, todos estos platos son acompañados con barras de las bebidas más adecuadas para cada plato: vinos, cervezas, tés, cafés, etc.